miércoles, septiembre 05, 2007

un año para conocer

“No se debe aproximar de África Negra aquel que no desea conocerla. ¿Cómo podrá amarla si desconoce su rostro? ¿Cómo podrá ayudarla a libertarse se desconoce su alma?”

Con estas palabras termina la introducción del manual de Cultura Bantu que he estado leyendo. Y por que no decirlo, también palabras que he estado pensando – meditando.

“Eu sou o Padre Novo… e estou aqui para aprender…” - han sido mis primeras palabras cada vez que llegaba a una nueva comunidad.

Este mes voy a cumplir un año de que llegue a África y el tiempo ha pasado no se como… muy rápido.

Comparto contigo, que en este primer paso como aprendiz de misionero no he hecho mucho y ha sido a propósito. Desde el primer día que pisé estas tierras hasta hoy no he dejado de decir que por lo menos el primer año no sería para mi otra cosa que aprender, partiendo por el idioma, adaptarme a tantas cosas: clima, comidas, costumbres, etc… conocer la cultura, y… la verdad es que creo que un año no ha sido suficiente, tal vez eso lleve mucho mas tiempo, algo así como toda la vida.

Un amigo en Chile que estuvo muchos años por aquí me dijo antes de venirme: “tendrás que nacer de nuevo”… y ciertamente que ha sido un nacimiento, un parto largo con las características que tiene este tipo de cosas en la vida dolor y alegría… La “paradoja” que acompaña, que abre el corazón. Siempre he pensado que toda vocación es un misterio, por eso que digo que estar aquí para mi es un “misterio”. Hace unos días se fue un hermano y amigo, me toco llevarlo al aeropuerto, al parecer su partida es sin vuelta. Te agradezco hermano por lo que me enseñaste de esta tierra y de su gente… así es, no hay mucho que explicar, el tiempo nos habla y nos dirá, dejándonos experiencia que saben a dulce y también a agraz.

Aprender, conocer, ayudar, vivir, compartir, son tantos los verbos que se me vienen a la mente para intentar expresar lo que en estos días he experimentado.

Un año, no es nada. Gracias por las oraciones, creo que si de algo vale contar un poco estas experiencias es para sentir ese apoyo espiritual que manifiestan en los mensajes.

Un año para aproximarse, para conocer, para nacer.

Gracias Señor Jesús. Ngana Jesu

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado padre:

YA UN AÑO HA PASADO!... tuve la gracia de asistir a su ordenación sacerdotal. Trato de imaginar lo que relata... y en realidad tiene razón... cada vez que se misiona, al final es uno el misionado. Un país tan distinto al nuestro... realmente creo que el Señor sostiene con su gracia...

Un abrazo en Jesús y María de la Merced

Fray Ricardo dijo...

Kako, sin duda que Dios construye en la "paradoja", pero nunca olvidar que siempre su gracia es "mayor y sobreabundante".
Esta experiencia se percibe en lo que relatas como vida de la misión.
Dios te acompañe hermano, unidos en la oración, con afecto.
Fr. Ricardo.