sábado, marzo 10, 2007

Compartiendo la fe y el dolor: paludismo un mal para combatir


Dentro de los e-mail que recibo de vez en cuando de amigos, muchos preguntan por mi salud y es que a algunos les compartí que en los primeros meses en África una de las adaptaciones que uno tiene que hacer es “pasar” por el Paludismo… aquí le llaman el “bautismo misionero” y claro tomándolo jocosamente casi tiene que ser así con la cantidad de mosquitos es casi imposible no ser contagiado con esta enfermedad. Pero hablando en serio el paludismo o malaria no es ningún chiste, muchos misioneros en tiempos difíciles perdieron la vida a causa de este enfermedad que aunque esté muy introducida entre la población sigue siendo una de las tantas tristes epidemias que sufre parte de este continente.

Varias personas me han preguntado qué es, entonces, el paludismo… yo para dejar tranquilos a los familiares mas cercanos les he dicho algo así como “mira en realidad es una especie de resfrío, que si uno se cuida y toma los remedios no pasa nada” y la verdad que es algo así pero que técnicamente puede tener su complicación ya que afecta la sangre y es fundamental tratarlo porque si no ahí pueden venir las complicaciones.

Las cifras con respecto a esta dolencia dicen que “Cada año se registran hasta 500 millones de casos de paludismo en el mundo con más de un millón de muertes. La enfermedad afecta primordialmente a niños menores de 5 años en las naciones africanas del sur del desierto del Sahara”(en Yahoo noticias).

Y con tristeza tengo que decir que esta es una realidad que me ha tocado ver, en diciembre del año pasado me fueron a buscar a la misión un joven muy preocupado para que fuera a “rezar” a su pequeña hija que parecía que estaba muy mal de salud, salimos rápidamente, por el camino hice las preguntas de rigor: ¿cual es la enfermedad?, ¿fueron al hospital?, ¿cuanto tiempo lleva así?, ¿le dieron los medicamentos?, la alimentación y también pregunte si la pequeña estaba bautizada… al llegar a la humilde casa encontré a la joven madre sentada en el suelo con una pequeña en los brazos, salude y me pareció que la situación no estaba bien… en ese mismo momento Victoria de tan solo un año moría victima de paludismo…

Comparto esta experiencia, también, al enterarme por estos días de la noticia que ha salido un nuevo medicamento contra el paludismo que será un beneficio para las poblaciones que sufrimos con esta enfermedad:

“El nuevo medicamento, conocido como ASAQ, combina dos de los fármacos más efectivos conocidos para tratar la malaria o paludismo: artesunate y amodiaquine.

ASAQ es resultado de un proyecto de dos años con costo de 21 millones de dólares de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Abandonadas y la farmacéutica Sanofi-Aventis.

Para que los medicamentos estén disponibles donde más se necesitan, el nuevo fármaco no está patentado y estará disponible para quien quiera fabricarlo.

"Este medicamento salvará vidas", dijo el doctor Bernard Pecoul, director ejecutivo de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Abandonadas. "La meta de este proyecto era desarrollar un producto tan adaptado como fuera posible para la situación de malaria en Africa", señaló.”

(Visto en Yahoo noticias)

Esto es una buena noticia en términos de combatir esta enfermedad que se ha llevado a muchos niños, ancianos y también misioneros… de las dos veces que he tenido paludismo puedo decir que uno de los problemas es la fiebre muy alta y los intensos dolores de cabeza, una recomendación que se nos hace los extranjeros que trabajamos aquí es conocer como reacciona el organismo para darse cuenta a tiempo y combatirlo. También es fundamental la prevención aunque en estos días con las lluvias que hemos tenido es casi imposible no ser picado por uno de estos bichos.

Dios quiera que podamos ir combatiendo este tipo de enfermedades (como tantas otras) que laceran la vida del estos pueblos que aún así continúan a sonreír al nuevo día, al futuro y al hermano misionero que comparte la fe y el dolor.

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