domingo, diciembre 10, 2006

Tapando buracos


Para llegar a Kiculungo, misión católica ubicada en medio de la “mata” Africana, es necesario andar unos cuatrocientos kilómetros desde la capital de Angola, Luanda. Aquellos kilómetros de hermosos parajes se hacen en unas nueve horas… sí, demora un poco, se precisa de un 4x4 para sortear las dificultades del camino. Es entonces cuando me acuerdo de las lecturas que escuchamos este domingo, “preparar el camino” “allanar los senderos”. Angola gracias a Dios, por estos días parece estar mejorando su vida, por los caminos se ven obras de reconstrucción, obreros e ingenieros haciendo los cálculos: “Necesitamos bajar esa colina, subir este valle, mejorar esa curva, etc” en la misma línea creo que va la invitación de la palabra de Dios en este tiempo: mejorar nuestra vida, tapar los “buracos” (los hoyos aquí en Angola), enderezar aquellas cosas que no están bien para recibir como corresponde al Señor que viene a nuestras vidas.

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