vida y memoria... muy lejos y cerca

Comparto unos versos que encontré por ahí. La foto la tome hoy en la tarde aquí al frente de la casa de Ramiro, Angola África. Con ese horizonte como no reflexionar sobre aquellas “maravillas” que Dios ha hecho con nosotros.

"Que seria de nós
se não tivéssemos memória?...
Esqueceríamos as nossas amizades,
os nossos amores, as nossas lutas,
os nossos trabalhos. (...)
A nossa existência reduzir-se-ia
aos instantes sucessivos
do momento actual
que foge sem cessar.
A nossa vida é tão vã que, no fundo,
ela não é mais que o reflexo
da nossa memória."

Chateaubriand

Tapando buracos

Para llegar a Kiculungo, misión católica ubicada en medio de la “mata” Africana, es necesario andar unos cuatrocientos kilómetros desde la capital de Angola, Luanda. Aquellos kilómetros de hermosos parajes se hacen en unas nueve horas… sí, demora un poco, se precisa de un 4x4 para sortear las dificultades del camino. Es entonces cuando me acuerdo de las lecturas que escuchamos este domingo, “preparar el camino” “allanar los senderos”. Angola gracias a Dios, por estos días parece estar mejorando su vida, por los caminos se ven obras de reconstrucción, obreros e ingenieros haciendo los cálculos: “Necesitamos bajar esa colina, subir este valle, mejorar esa curva, etc” en la misma línea creo que va la invitación de la palabra de Dios en este tiempo: mejorar nuestra vida, tapar los “buracos” (los hoyos aquí en Angola), enderezar aquellas cosas que no están bien para recibir como corresponde al Señor que viene a nuestras vidas.

Caminando

Así vamos, así voy. Con sol o con lluvia, con el sudor, con paciencia con calor. Desde un lugar en donde poco importa el tiempo ya que es necesario olvidarse del reloj incluso del calendario. Sé a la hora o el día que salgo pero no sé en realidad a la hora o el día que volveré… así comienzo a experimentar un poco lo que es el abandono y la paciencia, con alegría, con fe, lleno de esperanza… me lleno de amor. No es mucho lo que se da, lo que se hace, solo compartir y vivir ya sea en el camino o a la vera, lo cierto es que estamos invitados a caminar, a veces lento otras velozmente, viendo pasar la vida con alegría, con fe, lleno de esperanza… en el único Camino que hace feliz al hombre, ese Camino que eres tu Señor.